Cómo perder peso con entrenamiento de fuerza: La guía definitiva de nutrición

Mucha gente asocia la pérdida de peso únicamente con el ejercicio cardiovascular, pero la realidad es que el entrenamiento de fuerza es una herramienta increíblemente poderosa para transformar tu cuerpo. No solo te ayuda a construir músculo, sino que también acelera tu metabolismo, haciendo que quemes más calorías incluso en reposo.

Sin embargo, para que el entrenamiento de fuerza sea efectivo para la pérdida de peso, la nutrición es la clave. Un déficit calórico es esencial: debes consumir menos calorías de las que tu cuerpo quema. Aquí te presentamos una guía y un ejemplo de menú de 1600 kcal diseñado para apoyarte en este proceso.


Principios básicos de una dieta efectiva para perder peso

  1. Prioriza la proteína: La proteína es tu mejor aliada. Ayuda a preservar la masa muscular durante el déficit calórico, te mantiene saciado por más tiempo y tiene un alto efecto térmico, lo que significa que tu cuerpo quema más calorías para digerirla.
  2. No le temas a los carbohidratos: Si bien muchos demonizan los carbohidratos, son la principal fuente de energía para tus entrenamientos. Elige opciones integrales y de digestión lenta como avena, arroz integral, y patata para mantener tus niveles de energía estables.
  3. Las grasas son importantes: Las grasas saludables son cruciales para la producción de hormonas y la absorción de vitaminas. Incluye fuentes como aguacate, frutos secos, aceite de oliva y semillas.
  4. Hidratación: A menudo subestimada, el agua es vital para el metabolismo, la saciedad y el rendimiento físico. Bebe al menos 2-3 litros al día.


Ejemplo de menú de 1600 kcal con 3 comidas

Este menú está diseñado para ser flexible, nutritivo y delicioso. Puedes ajustar los alimentos según tus gustos, asegurándote de mantener el equilibrio de macronutrientes.


Desayuno (~500 kcal)

  • Opción 1: Batido de plátano con yogur griego y un puñado de espinacas.
  • Opción 2: Avena cocida con agua o leche de almendras, mezclada con huevo revuelto y un puñado de nueces.
  • Opción 3: Dos huevos revueltos con un puñado de espinacas y un aguacate pequeño, acompañados de una tostada de pan integral.
  • Opción 4: Pan integral con aguacate, tomate y salmón ahumado.
  • Opción 5: Tortilla de 3 claras de huevo y 1 yema, rellena de jamón y queso bajo en grasa.
  • Opción 6: Pan integral tostado con mantequilla de cacahuete natural y una pieza de fruta.


Almuerzo (~600 kcal)

  • Opción 1: Pechuga de pollo a la plancha (150 g), una ración de arroz integral (60 g en crudo) y un plato grande de brócoli al vapor o ensalada verde.
  • Opción 2: Salmón a la plancha (120 g), batatas asadas (150 g) y espárragos.
  • Opción 3: Un filete de ternera magra (100g) a la plancha, 2 patatas medianas cocidas y una ensalada de tomate y pepino.
  • Opción 4: Garbanzos estofados con verduras y arroz integral.
  • Opción 5: Lentejas guisadas con chorizo sin grasa y una ensalada de lechuga y cebolla.
  • Opción 6: Wok de ternera con verduras (pimientos, cebolla, brócoli, champiñones) y noodles de arroz.


Cena (~500 kcal)

  • Opción 1: Tofu salteado con verduras variadas (pimientos, cebolla, calabacín) y un chorrito de salsa de soja.
  • Opción 2: Carne magra picada (120 g) con salsa de tomate natural sobre calabacín en espiral (zoodles).
  • Opción 3: Ensalada completa con pavo o legumbres (lentejas o garbanzos) y muchas verduras de hoja verde.
  • Opción 4: Una tortilla de atún con verduras.
  • Opción 5: Brochetas de pollo y verduras con salsa de yogur.
  • Opción 6: Crema de verduras y pescado blanco al horno con especias.


Consejos adicionales para el éxito

  1. Planifica y prepara: Dedica un par de horas el fin de semana para planificar tus comidas y preparar algunas porciones. Esto te ahorrará tiempo y te ayudará a evitar la tentación de comer fuera o de manera poco saludable cuando tengas prisa.
  2. Come despacio y mastica bien: Esto no solo mejora la digestión, sino que también le da tiempo a tu cerebro para registrar la sensación de saciedad, lo que te ayudará a comer menos.
  3. No te saltes las comidas: Saltarse comidas puede llevar a un hambre excesiva más tarde, lo que a menudo resulta en atracones. Mantener un horario de comidas regular ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a controlar el apetito.
  4. Combina fuerza con cardio: Si bien el entrenamiento de fuerza es la base para ganar músculo y acelerar el metabolismo, combinarlo con 2-3 sesiones de cardio a la semana (caminar rápido, correr, bicicleta) te ayudará a quemar calorías extra y mejorar tu salud cardiovascular.
  5. Prioriza el descanso: El sueño es tan importante como la nutrición y el ejercicio. Asegúrate de dormir 7-8 horas por noche para permitir que tu cuerpo se recupere, repare el tejido muscular y regule las hormonas del apetito (grelina y leptina).
  6. Sé flexible y no te castigues: Habrá días en los que no sigas la dieta a la perfección, y eso está bien. Lo importante es ser consistente a largo plazo. No te castigues por un desliz; simplemente retoma tu plan en la siguiente comida.
  7. Busca ayuda profesional: Si necesitas un plan más personalizado o tienes condiciones de salud específicas, considera consultar a un dietista-nutricionista o a un entrenador personal. Ellos pueden adaptar un programa a tus necesidades individuales para que logres tus objetivos de manera segura y efectiva.


Al combinar un plan de nutrición inteligente con un régimen de entrenamiento de fuerza, no solo perderás peso, sino que también esculpirás un cuerpo más fuerte y definido.

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